viernes, 13 de noviembre de 2009

DIA 27 Y 28. JERICOACOARA




Atardecer en Jeri

Dia 27

La noche anterior habiamos contratado una excursión en buggy (40 reales-16 euros) al Lago Azul y Lago Paraiso y sobre 09.30 nos vienen a buscar a la pousada. En el buggy vamos con dos Paulistas y el conductor. Primero nos llevan hasta un pueblo de pescadores llamado Preá por si queremos comprar algo y más tarde tomamos camino hacia Lago Azul. En Lago Azul te llevan en una barcaza hasta una isla donde se encuentra el chiringuito y la mejor playa del lago con aguas tan azules como en cualquier playa del Caribe, en contra tiene que solo hay unos 5o metros de playa y en ese espacio se reune muchisima gente, por lo que le quita algo de encanto al lugar.

Lago Azul

Despues de tomar unas birras y un aperitivo seguimos ruta hacia Lago Paraiso. Llegamos a una pousada-restaurante que tiene un camino privado hasta la playa y alli tienen montadas sombrillas, tumbonas, y hasta unas hamacas que estan colgadas dentro del agua, por lo que puedes estar tumbado en la hamaca mientras te mece el suave viento. El agua no era tan clara como Lago Azul pero estabamos practicamente solos alli, UNA GOZADA!!

Lago Paraiso

Comimos en el restaurante de la pousada y desde alli volvimos de regreso a Jeri. Es curioso la cantidad de burros (de 4 patas) que hay por esta zona, a veces el buggy tiene que sortearlos ya que se meten en los caminos.
A las 15:30 volvemos a nuestra pousada en Jeri, nos duchamos y vamos a ver de nuevo el atardecer en la duna Por do Sol, es como un ritual en Jeri. La verdad que el atardecer es precioso visto desde lo alto de la duna y hacemos algunas fotos que no trasmiten lo magia del momento. También tenemos un video de una bajada accidentada de la duna, me pego una castaña bastante considerable, al dia siguiente todavía me salía arena de la nariz y de las orejas, la afición quiere que suba el video al blog, a ver lo que me pagan por ello y me lo pensaré.
Se nos habia olvidado mencionar que en nuestra pousada había alojado un murciano que dormía en una hamaca en el patio trasero. Era la primera vez que nos cruzamos con un paisano en nuestros viajes, pero este se lleva la palma, nos comentó que lleva viajando nueve meses, desde septiembre del 2007 y que todavia le quedan al menos tres meses más. Había comenzado su viaje en Argentina y luego visitó Chile, Peru, Bolivia para ir bajando el Amazonas hasta que llegó a Jeri recorriendo el Norte y Noroeste de Brasil. En Jeri llevaba mes y medio aprendiendo a bailar capoeira. No nos explicamos como se lo monta el personal para viajar tanto tiempo, habrá que probarlo algun día.


Dia 28

El día anterior nos había encantado la excursión en buggy y decidimos hacer otra hasta un pueblo llamado Tatajuba (45 reales), en esta coincidimos con una pareja bastante mayor que vivian en Fortaleza.
El viaje comienza por las playas y el buggy coge bastante velocidad al encontrarse la marea baja y poder tomar la parte humeda de la playa.

A toda velocidad por la playa


Llegamos hasta un lugar donde unas barcas hacen excursiones (10 reales) por unos canales que conectan con el mar y donde se pueden ver caballitos de mar. La verdad que a nosotros no nos hacia mucha ilusión la excursión porque ya teniamos más que vistos los caballitos, pero como todo el mundo la hacía pues pasamos por el aro. En la barca ibamos unas diez personas y el barquero nos dijo que si no veimos caballitos nos devolvia el dinero. Primero nos enseñó unos cangrejos rojos que nos hicieron más gracia que los caballitos y luego empezamos la busca del caballito de mar. Nosotros teniamos claro que los ibamos a ver, sino el tio no se iba a arriesgar a perder 100 reales, pero conforme iba pasando el tiempo el barquero se iba desesperando mas y mas y nos comentó que en cuatro años que llevaba trabajando en este lugar, siempre habia encontrado los dichosos caballitos, pero que no sabia que pasaba esa mañana. El sol caia a plomo y hacia un calor tremendo, estabamos deseando encontrar los caballitos, pero no por verlos , sino por salir de una vez de aquel horno, menos mal que al final encontramos un par de ellos y terminó la excursion, estuvimos a punto de la deshidratación. Al llegar al buggy el conductor se sorprendió de lo que habiamos tardado.
- Es que somos gafes señor conductor!!

Al final encontramos el puto caballito


Seguimos ruta hasta el antiguo emplazamiento de Tatajuba, resulta que el pueblo fue trasladado a otro lugar en los años 80, ya que una duna fue tapando por completo el antiguo pueblo haciendo emigrar a toda la población y construir de nuevo sus casas. Antes de llegar hasta Tatajuba habia que cruzar un entrante del mar en unas barcazas subiendo dos buggys en cada una de ellas.


Así pasamos el buggy


Camino entre manglares


En el antiguo pueblo de Tatajuba paramos en un chiringuito para tomar un refrigerio, vemos los cerdos comiendo cocos. A que sabrán esos jamones?

Cerdito comecocos


Después de pasar por el nuevo Tatajuba nos dirigimos a un lago trasparente formado de agua de lluvia entre la dunas, enmedio del lago alguien ha montado un chiringuito con hamacas dentro del agua, aquí el que no corre vuela.

Humedales entre las dunas


Laguna entre las dunas


El chiringuito!!


Más tarde nos llevan a comer a otro lago más grande donde hay varios restaurantes, aunque ya el agua no es tan clara como el anterior. Mientras comemos echamos una charla con nuestros amigos de Fortaleza que son muy majos y con los que nos entendemos bastante bien a pesar de que solo hablan portugués, nos explican muchas cosas sobre Brasil y su historia.
El regreso lo hacemos todavia más rápido por la playa y llegamos agotados de tanto salto entre las dunas.
Por la noche nos tomamos unas caipirinhas de despedida en los chiringuitos de la playa, mañana volvemos a Fortaleza y desde allí a Rio para volver a España. Ohhhh!!

De regreso, cruzando el buggy en la barcaza





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