viernes, 13 de noviembre de 2009

DIA 25 Y 26. JERICOACOARA


Barquito junto a la duna Por do Sol

La Jeri rural

Bajando la Duna Por do Sol


Paseando por las playas de Jericoacoara



Dia 25

Habiamos leido que desde las Avenida Beira Mar, cerca de nuestro hotel, salia el autobus que llegaba a Jericoacoara y tras mas de media hora preguntado, al final dimos con una agencia que vendia los tickets (35 reales) y nos indico que el bus salia frente al hotel Praiano Plaza.
El viaje duro siete horas, porque para salir de la ciudad ya invertimos casi dos horas, ya que pasa por el aeropuerto y por dos estaciones de bus para ir recogiendo gente. La zona nordeste de Brasil esta mucho menos habitada y es mas rural que lo que hasta ahora habiamos conocido. Llegamos a un pueblo llamado Jijoca y alli nos cambiaron de vehiculo, nos trasladaron a una jardinera y fuimos dando botes por caminos de tierra durante una hora hasta Jeri. Conforme ibamos acercandonos cambiaba el paisaje y se mezclaba el mar con las grandes dunas frente al mar. A la llegada nos asaltan varios propietarios de pousadas para vendernos la suya, y de repente oimos que un mulato nos dice:
-Mercedes y Ruben?
- Jodeeer, somos conocidos hasta aqui (pensamos)
Nuestros amigos Alvaro y Miguel, con los que habiamos coincidido en Ilha Grande, le habian dicho al propietario de la pousada que llegabamos ese dia, y es por eso que nos estaba esperando. Sin mas decidimos quedarnos en su Pousada "Senzala dos Amigos" (80 reales), ya que ellos nos la habian recomendado por email.
Dejamos las maletas y rapidamente fuimos a ver la puesta de sol en la duna "Por do Sol", junto a Jeri. Alli todas las tardes se reune mucha gente para ver la puesta de sol, la verdad que merece mucho la pena.
El pueblo de Jeri es turistico pero tiene un encanto especial, hay un rollo muy bueno y nadie te agobia para venderte nada. Las calles son de arena de la playa y todo su contorno esta lleno de dunas y palmeras. Hay burros silvestres (de 4 patas) por todas partes y vacas que incluso puedes encontrarte en la orilla de la playa o paseando por el pueblo.

Dia 26

Algo cansados de tantos vuelos y traslados, decidimos tomar el dia con tranquilidad y no contratar ninguna de las excursiones en buggy que se ofrecen en el pueblo. Despues de desayunar empezamos a caminar junto al mar y las dunas. Andamos al menos unas tres horas por un paisaje que casi parece de otro planeta.


Caminando por las dunas


En el camino encontramos a grupos de pescadores sacando sus redes llenas de camarones y pescado.


Pescadores

De vuelta veniamos secos y con ganas de darnos un banho, por lo que decidimos parar en la pousada mas lujosa de Jeri, que tenia piscina. Entramos a tantear con la excusa de tomarnos una cerveza, pero enseguida vimos un cartel en la piscina que decia: "Uso exclusivo huespedes". De todas formas nos tomamos varias cervezas y empezamos a conversar con el camarero que era muy enrrollao. Total, que al final acabamos banhandonos en la piscina del hotel, sin nisiquiera pedirselo. El mismo nos dijo que podiamos banharnos e incluso nos invito a unas tapas, es lo que tiene ser tan graciosos, jeje. Decidimos comer alli mismo, asi que le salio rentable nuestro banho.
Despues de comer, echamos una siesta bien merecida y por la noche cenamos pasta en la pizzeria "Leonardo Da Vinci", muy recomendable. Para dormir, en vez de un vaso de leche caliente, tomamos unas caipirinhas para no perder la costumbre.


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